Ecuador: Inteligencia artificial sin rumbo fijo

María Belén Albornoz

Introducción 

Es posible que no siempre sea evidente, pero vivimos en la era de las máquinas inteligentes donde la inteligencia artificial (IA) es parte de nuestras vidas hasta en las formas más sutiles. Como toda tecnología emergente, su desarrollo abre controversias alrededor de su desarrollo y usos. Por una parte, la IA se proyecta como una solución para el desarrollo social y económico y, por otro lado, pone en evidencia sus amenazas a la privacidad de los datos, a la seguridad, al reemplazo de la fuerza laboral y a sus problemas éticos.

La IA muestra entonces la relación que se establece entre la transformación tecnológica y la transformación social, sobre todo, qué efectos prescriptivos tiene esta nueva tecnología para transformar el presente de los sujetos. 

El uso de la IA crea una segunda naturaleza en su relación tecnología-sociedad, porque la construcción de un sistema técnico implica la reconstrucción de relaciones y roles sociales. Del mismo modo que las fábricas y sus líneas de producción cambiaron los formatos del trabajo, establecieron otras maneras de pensar el tiempo a través de nuevos horarios y hasta homologaron la forma en que vestían los obreros, la IA proyecta futuros utópicos y distópicos en el siglo XXI. 

Por su creciente ubicuidad y el aumento de su potencial comercial es entonces imprescindible analizar el crecimiento de la IA y las directrices sociales y políticas necesarias para garantizar que se mantenga al servicio de los valores y principios éticos de la sociedad. Por ello es fundamental entender cómo funciona la gobernanza de IA en América Latina y qué estrategias pueden ser desarrolladas para apoyar una IA centrada en el sujeto.

La IA en Ecuador 

En Ecuador, la IA ha tenido un desarrollo atomizado en proyectos del sector privado y del sector público basado en la gobernanza de datos. El país ha empezado a realizar mayores esfuerzos para promover el uso de datos abiertos que apoyen el desarrollo tecnológico a favor del emprendimiento a través de planes y estrategias nacionales. 

Desde el 2018, el Ecuador se ha esforzado por construir una política digital sin lograr diseñar instrumentos de política de IA. Esto se debe en gran medida a que los emprendimientos de IA en el país están creciendo de manera desarticulada y no logran posicionar sus beneficios y riesgos ante la opinión pública. 

Otra razón de la ausencia de políticas de IA radica en la debilidad crítica de los órganos legislativos con respecto a la regulación de tecnologías emergentes debida a su relativa falta de experiencia. 

Las iniciativas de IA en Ecuador se han desarrollado de manera paralela desde el sector privado. El sector académico se ha centrado en el desarrollo de ciencia aplicada vinculada a IA y, el gobierno central y los gobiernos seccionales han empezado a implementar soluciones IA en los últimos años.

El sector privado se ha enfocado en soluciones de IA en los sectores de seguros, bancos e industria farmacéutica. En particular, en las áreas de gestión al cliente, segmentación de clientes, prospección de nuevos clientes y reducción del fraude. Tal es el caso del Banco de Guayaquil, Produbanco, Know-How S.A., GSK Ecuador entre otros.

Varias universidades del país están desarrollando proyectos de machine learning e IA. Los investigadores están trabajando con estas tecnologías porque en el país existen condiciones favorables para su desarrollo. 

En Ecuador existe libertad de operación debido a que no se han generado registros de patentes, lo que permite que el costo de inclusión de la tecnología sea bajo porque no se paga por derechos de propiedad intelectual.

Hasta el momento, solo identificamos un caso de doble hélice entre academia y sector privado en la institucionalización de la IA en el país. El INARI (Laboratorio de Investigación en Inteligencia Artificial Industrial) es un centro de I+D+I creado entre la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL) y Tiendas Industriales Asociadas (TIA S.A.) para el desarrollo de IA. Su programa sobre aprendizaje profundo (deep learning) se ha convertido en un proyecto emblemático de la asociación empresa-academia.

Solo en los últimos dos años, el gobierno central y los gobiernos seccionales han empezado a utilizar herramientas IA en salud, turismo, banca, servicios fiscales y movilidad. 

Desde el 2020, la pandemia de Covid-19 ha impulsado sinergias en el desarrollo de la IA en el país para resolver problemas situados. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) está utilizando el Sistema auxiliar de diagnóstico con IA donado por Huawei, que contiene miles de imágenes de lesionas sospechosas en los pulmones a nivel mundial que permite a los médicos realizar diagnósticos más rápidos en base a tomografías.

 

Lo que falta por hacer (313)

El reto de Ecuador es diseñar una Estrategia de IA que sea capaz de capitalizar las oportunidades societales y económicas de la IA y crear condiciones adecuadas para su desarrollo. Otros países de la región como México, Chile, Argentina, Colombia y Uruguay ya han incorporado la agenda de inteligencia artificial como un objetivo de su política pública (Aguerre 2020).

Ecuador ya cuenta con experiencias de co-producción de política pública que pueden servir de base para el diseño de una Estrategia de IA. El país está listo para un proceso de gobernanza colaborativa que convoque a actores estatales y no estatales a mapear su desarrollo y sus posibles trayectorias socio-técnicas. 

Las barreras más importantes se presentan cuando el Estado asume un rol centralizador y planificador que deja por fuera la co-producción de política pública. Si la Estrategia de IA se construye de manera jerárquica, termina incluyendo solo a aquellos sectores que son prioritarios para el gobierno de turno, dejando por fuera a los actores que pueden contribuir a sentar las bases para promover el uso práctico, pertinente y ético de la IA.

La trayectoria de la política digital nos muestra que el poder legislativo mantiene una debilidad crítica para formular regulación sobre tecnologías emergentes, lo que puede convertirse en un escollo para producir normativa alineada a las necesidades de IA del país. 

El sector privado y la academia no han logrado traducir sus procesos de innovación a la estrategia digital, por lo que un modelo de gobernanza integrada de IA puede contribuir a evitar estas asimetrías en el diseño de la Estrategia.

Finalmente, es clave que la Estrategia de IA adquiera el estatus de política de Estado, si no lo logra, corre el riesgo de no ser implementada debido a los continuos cambios de los mandos medios en la función pública, o al cambio de las autoridades de gobierno. 

Ponemos a disposición el Reporte completo sobre el avance de la estrategia de Inteligencia Artificial en Ecuador:

Fuentes bibliográficas

-Winner, Langdon. 1983. “Technologies as Forms of Life.” In Epistemology, Methodology and the Social Sciences, Robert S. Cohen and Marx W. Wartofsky, 249–64. Boston: Boston University.

-Scherer, Matthew U. 2015. “Regulating Artificial Intelligence Systems: Risks, Challenges, Competencies, and Strategies.” SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.2609777

– CEDIA. 2019. “Estudio General de Vigilancia Tecnológica En Machine Learning.” https://cedia.edu.ec/dmdocuments/INNOVACION/CONNECT/2.%20Informe%20completo%20de%20Machine%20learning%20para%20enlazar.pdf.