Juan José Martínez Layuno, Investigador de Data.Democracia

Uno de los grandes desafíos que existen en materia de modernización digital dice relación con la diversidad de roles y autoridades que es necesario articular para que dicha modernización sea exitosa. En tal contexto, una pregunta que surge se relaciona con si acaso son necesarios los documentos que formalicen la estrategia digital de un país, o bien, si los países pueden avanzar exitosamente sin estos. Este breve artículo describe la experiencia de Bolivia en esta materia y expone una visión sobre el desarrollo de políticas públicas digitales en el país, fruto de una investigación desarrollada para el proyecto EmpatIA, del ILDA y el Centro LATAM Digital.

La estrategia digital como un producto en evolución

Con la intención de centralizar mensajes únicos que permitan planificar y generar una cultura de innovación, en muchos casos los países han optado por formalizar una estrategia digital en un documento. No obstante, Bolivia parece ser un caso en el cual la planificación se desarrolla sin documento formalmente llamado “estrategia digital”. En otras palabras, en el país no existe hoy una estrategia digital formalizada en un documento único, pero el análisis de las normativas, orgánica y roles de las diversas instituciones, permiten afirmar que hay objetivos, entregables y modelos operativos orientados al logro de una transformación institucional digital. 

La investigación que respalda este blog post describe, en tal sentido, que no obstante carecer de un único documento, en Bolivia, esos lineamientos estratégicos y las normas que delimitan las funciones de las instituciones, han permitido que el país igualmente genere iniciativas concretas para la digitalización de las instituciones al alero de políticas públicas de largo aliento. Ejemplo de lo anterior, es el establecimiento de diversos planes para la implementación del gobierno digital, lo que implica tanto digitalizar el funcionamiento de las instituciones a nivel interno como en su relacionamiento con la ciudadanía.

La falta de un documento formal, así, ofrece una opción para intentar comprender la estrategia digital del país como un producto en evolución que se desarrolla en el marco de las funciones de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de la Información y Comunicación –AGETIC–, y de documentos de planificación de mayor alcance, tales como la Agenda patriótica 2025, que establece diversos lineamientos estratégicos para el desarrollo nacional.

Principales conclusiones de una investigación sobre las políticas públicas digitales en Bolivia

Brevemente expuesto, el desarrollo de la investigación que respalda este artículo arroja tres conclusiones. 

-En primer lugar, el país no cuenta hoy con una estrategia de inteligencia artificial. Las entrevistas desarrolladas a partir de la investigación sugieren que la ausencia de una estrategia de IA responde a que el país está enfocado en prioridades distintas de la masificación de la inteligencia artificial. Si bien hay iniciativas, estas se han generado al margen del gobierno nacional y responden más bien a impulsos locales de reducido alcance. A este respecto, es posible señalar que en el país existen instancias de diálogo con la sociedad civil –como el Consejo de las Tecnologías de la Información y Comunicación, CTIC– que ofrecen un enorme potencial para el diseño de estrategias de IA en el futuro, cuando esta se transforme en área prioritaria. Visto desde otra perspectiva, diversos países de la región que están contemplando crear estrategias de IA pueden beneficiarse observando el funcionamiento del CTIC como instancia de vinculación entre las autoridades y la sociedad civil.

-En segundo lugar, en el país existe una fragmentación y dispersión de entidades con competencia en lo digital. En Bolivia es posible observar diversos consejos y agencias encargadas de coordinar diversas iniciativas digitales –como AGETIC, ADSIB y COPLUTIC–. Si bien cada una de estas instituciones tiene diversos roles, tal vez formalizar en un documento o una página web una estrategia digital puede ayudar a coordinar esfuerzos y evitar la duplicidad de tareas que inevitablemente puede darse cuando cambian autoridades y gobiernos.

-En tercer lugar, diversos actores entrevistados sugieren la necesidad de fortalecer algunas instancias de planificación. En esta área, algunos actores entrevistados sugieren la necesidad de mejorar la coordinación interinstitucional para fortalecer instancias de planificación tales como AGETIC y CTIC. Esto supone involucrar y rediseñar ambas instancias para que tengan un mayor rol en el diseño e implementación de políticas con un componente tecnológico.

Conclusión

El gran desafío de la implementación de estrategias digitales dice relación con elementos culturales posicionados en el nivel operativo de las instituciones, en las que se debe transversalizar un mensaje de innovación vinculado a lo digital. Visto de otro modo, las dificultades a superar muchas veces vienen dadas no solo por la existencia –o no– de instrumentos de planificación (como un documento), sino por el desafío de permear a los servidores públicos con una misma visión, y a lo largo de la red de instituciones y autoridades estatales.

Desde este punto de vista, lo central para intentar superar dichas dificultades, a la luz de la experiencia internacional, parece ser mantener las necesidades de las personas como el centro y medida de las políticas que se desarrollen. Adicionalmente, otro elemento fundamental parece girar en torno a la importancia de considerar que la transformación digital equivale a reinventar las instituciones para articularlas en torno a los principios de la era del internet –tales como neutralidad, descentralización y transparencia–, y no en agregar, complejidad técnica para mejorar formas de trabajo analógicas (Greenway et al., 2018).

Ponemos a tu disposición el Reporte de completo sobre los avances en la estrategia de IA en Bolivia.

Referencias bibliográficas

Greenway, A., Terrett, B., Bracken, M., & Loosemore, T. (2018). Digital Transformation at Scale: Why the Strategy Is Delivery. London Publishing Partnership.